La ministra de Desarrollo Productivo, Teresa Morales, pidió ayer comprar ropa de la Empresa Pública Nacional Textil (Enatex) a fin de que supere la iliquidez por la que atraviesa y aseguró que la textilera no se encuentra en quiebra.
Citada en una nota de prensa, Morales dijo que pese a que Enatex heredó y pagó una serie de deudas de su anterior propietario Marcos Iberkleind a los proveedores, cuenta con 11 millones de dólares en cuentas por cobrar y sólo 3,5 millones de dólares como obligaciones del pago de 3 sueldos mensuales adeudados a sus 1.700 trabajadores.
“Quiero hacer una gran convocatoria en un país como el nuestro de poca industria. Una gran convocatoria al pueblo boliviano y a los trabajadores de Enatex estamos pasando por momentos difíciles: no hemos superado la iliquidez de la empresa en el corto plazo”, aseguró la titular de Desarrollo Productivo, quien estuvo acompañada de la gerente de Enatex, Julia Aparicio.
Indicó que en una reunión con los dirigentes del sindicato de Enatex solicitó que los trabajadores se organicen en brigadas “para salir a vender rápidamente todo lo que tenemos en productos y a través de tarjetas”.
Señaló que en momentos de dificultades económicas es trascendental el respaldo de los trabajadores y de los propios bolivianos. “Necesito salvar Enatex. Me he comprometido con los sindicatos y vamos a salvar la empresa”, dijo Morales.
Morales aseguró que se instalarán puestos móviles “en todas las ciudades” para la venta de las tarjetas denominadas “50/100”. Es una edición limitada de 40.000 tarjetas, que van a ser ingresadas en un sistema en el que un cliente compra la tarjeta en 50 bolivianos, pero el valor de las prendas que puede adquirir en las tiendas Enatex es de 100 bolivianos.
Además, mientras más clientes adquieran la nueva tarjeta Enatex subirá más el crédito. Es decir, luego de vender 1.000 tarjetas el crédito subirá a 110 bolivianos por cada 50 bolivianos invertidos, con 3.000 tarjetas el crédito será de 120 bolivianos, con 5.000 tarjetas vendidas el crédito será de 130 bolivianos y así hasta que con la venta de las 10.000 tarjetas el crédito será de 150 bolivianos por cada 50 bolivianos invertidos.
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