buscar

Monday, May 23, 2016

La falta de mercados asfixió a Enatex y golpea a la industria



La falta de nuevos mercados internacionales después de la pérdida de los beneficios del ATPDEA en 2008, el contrabando y una mala gestión son algunos de los factores que derivaron en el cierre de la Empresa Pública Nacional Estratégica de Textiles (Enatex), según trabajadores y expertos.

Guillermo Pou Mount, presidente de la Cámara Nacional de Exportadores de Bolivia (CANEB), indicó que más allá de la pérdida del ATPDEA, el verdadero problema de la industria textil en general ha sido la incapacidad de sus actores de buscar mercados alternativos.

"No se trata de EEUU o Venezuela, el problema es que no se puede avanzar con un solo comprador, el sector debió buscar más mercados, como el de la Unión Europea”, aclaró.

Johnny Halabi, trabajador con 17 años en Ametex y luego Enatex, opinó que la pérdida de las preferencias arancelarias que el país mantenía con Estados Unidos con la Ley de Preferencias Arancelarias Andinas y Erradicación de la Droga” (ATPDEA, por sus siglas en inglés) , fue el factor que llevó a la debacle a la compañía textil.

"Antes toda nuestra producción se exportaba, trabajábamos más, pero también sentíamos la satisfacción de que nuestro producto era reconocido fuera de nuestras fronteras”, comenta.

Datos del Instituto Boliviano de Comercio Exterior (IBCE) revelan que en 2003 las exportaciones de textiles al extranjero (principalmente a EEUU) superaban en tres veces y media a las importaciones (ver gráfica).

En comparación, el año pasado el saldo comercial del sector fue negativo, con exportaciones tres veces inferiores a las compras.

Halabi contó que Ametex (posteriormente Enatex) tenía control sobre toda la cadena productiva textil, producía desde el hilo hasta el producto terminado, pero que esa ventaja sobre otras industrias se perdió con los años y los continuos cambios en la dirección de la empresa.

"Al principio, la mala fama de los dueños originales y luego la mala gestión por parte del Gobierno hizo que los pocos mercados que nos quedaban fueran desconfiando”, indicó.

Marlene Pérez, trabajadora con 25 años en la empresa, señaló que en las mejores épocas de la empresa se tenía horario de entrada pero no de salida.

"Entrabamos a las siete de la mañana y salíamos al terminar, a veces a las siete de la mañana del día siguiente, pero estábamos contentos porque había trabajo, ahora ya no hay nada”, recuerda.

A decir de Pérez, los gerentes de la estatal no tenían idea de cómo hacer funcionar a la empresa, encargando a los trabajadores ciertas tareas, para luego subcontratar a otros talleres en un afán de abaratar costos.

"Nos hacían ilusionar con pedidos y luego de que teníamos los diseños, ellos se los pasaban a su gente, en sus talleres, dejándonos abandonados”, dijo.

Según el gerente del IBCE, Gary Rodríguez, una vez perdido el mercado de EEUU en 2008, el Gobierno pretendió reemplazar esta plaza buscando mercados en Venezuela, Brasil y Argentina. Sin embargo, éstos no respondieron a las expectativas de los empresarios textiles.

"Venezuela, Argentina y Brasil fueron una ilusión más que mercados competitivos. A pesar de las promesas de Lula Da Silva, Néstor Kirchner y Hugo Chávez -exmandatarios de Brasil, Argentina y Venezuela, respectivamente- las compras de estos países han sido ínfimas”, explicó.

Añadió que en principio Brasil se comprometió a comprar 21 millones de dólares al año, Argentina, nueve millones de dólares y Venezuela ofreció adquirir todo lo que quedara sin exportar.

Según declaraciones del viceministro de la Producción Industrial a Mediana y Gran Escala, Álvaro Pardo, en ATB, el principal problema con el mercado venezolano fue la poca regularidad de los pedidos. "(Venezuela) no es un cliente que hace pedidos de manera regular, te puede pedir ahora un volumen importante y de aquí a seis meses otro pedido, pero es sujeto a los requerimientos de la demanda y su mercado específico”, dijo.

De acuerdo con datos del INE, el año pasado las ventas de textiles a ese mercado alcanzaron los 9,1 millones de dólares.

Brasil y Argentina demandaron mucho menos.

No comments:

Post a Comment