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Sunday, July 17, 2016

¿Quién mató a Enatex?



Cuando el complejo textilero fue adquirido por el Estado, ¿ya estaba sin posibilidades de recuperación? ¿O fue el manejo discrecional el que mandó al precipicio y a la quiebra a la textilera?

Se trata de preguntas que no han sido absueltas, en especial la segunda. El Gobierno ha buscado responsabilizar de la quiebra y posterior cierre de la textilera al expropietario, Marcos Iberkleid, quien en su defensa ha remitido una carta al presidente Evo Morales en la que sostiene que la compañía fue desvalorizada y expropiada.

La exministra Teresa Morales ha señalado, en su última aparición pública, que Iberkleid buscaba la "quiebra fraudulenta” de la empresa, con el fin de recibir más créditos públicos; lo ha acusado de vender la producción de la textilera a precios de gallina muerta a la empresa off-shore de su hermano, quien sin embargo obtenía precios reales cuando vendía las prendas en el mercado de EEUU al cual tenía acceso.

De lo que se sabe poco o nada, sin embargo, es de la gestión de Enatex.

¿Es cierto, por ejemplo, que una gerencia tan exigente fue entregada a profesionales que no eran del rubro textil? ¿Es evidente que esos ejecutivos sólo eran la fachada que encubría al verdadero "capo” de Enatex, quien no era otro que el hermano de la exministra Morales y que fue implicado en un caso de corrupción en YPFB? Aún no se ha aclarado si esto es verdadero o no, como sostienen las denuncias de los trabajadores hoy despedidos.

¿Y quién repondrá al Estado todo el dinero que invirtió en el intento de salvar a esta empresa? Alguien autorizó esos desembolsos y los responsables tienen que ser identificados.

Por lo pronto, Teresa Morales ha revelado que la ciega confianza en el mercado venezolano resultó cara, pues los pagos por los productos entregados por Enatex en ese país tardaron tanto que al final crearon un "hueco” tal de liquidez que finalmente fue una de las principales causas para el cierre de la compañía.

¿Y las otras causas? Ojalá que salgan a la luz.

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