Emapa no cuenta con harina para venta a la población

El responsable regional de la Empresa de Apoyo a la Producción de Alimentos (Emapa), David Durán, informó que de momento no se tiene provisión de harina para Tarija, pero que se espera el suministro para la comercializará a 70 bolivianos la arroba, manteniendo el precio justo y evitar el agio y especulación de ese producto.

Sin embargo, aclaró que el sector de los panificadores de Tarija no efectuaron gestiones para la provisión del producto, ante la Confederación Nacional de Panificadores de Bolivia (Conapabol), porque no están afiliadas a esa organización que les agrupa en todo el país.
Recordó que antes en Tarija se tenía bastante harina y a precio bajo, pero en la actualidad y como resultado de acuerdos con el Ministerio de Desarrollo Productivo, la provisión del producto para los panificadores se la hace con el consentimiento de la Conapabol.
Explicó que el apoyo a los productores se efectúa a través de insumos, semillas y fertilizantes, a las asociaciones organizadas que cuenten con personería jurídica. De esa manera se podrá exigir mayor harina de trigo para consumo en la región, destacó
El presidente de la Federación de Juntas Vecinales, Alberto Valdez, reiteró la necesidad de la provisión de harina subvencionada al sector de panificadores de Tarija, por lo que se recurrirá ante el Viceministerio de los Derechos del Usuario Consumidor, que posibilite cumplir con el cupo harina respectivos a los panificadores, velando por los derechos de los usuarios.
Sobre la venta de otros productos Emapa cuenta con una provisión de 200 arrobas de azúcar en almacenes, para la distribución y venta en los cuatro centros de acopio que cuenta en la ciudad, con un precio por arroba de 60 bolivianos.
En el caso del abastecimiento de arroz, Durán expresó que no se tiene ningún inconveniente con el producto y que esta vendiéndose la arroba en 43,30 bolivianos.
Finalmente Durán aclaró que el apoyo a los pequeños productores agricultores se efectúa a través de la provisión de insumos sin interés y comprándoles su producción a precio justo, evitando la especulación de precios de los alimentos, posibilitando que las familias accedan a alimentos a precios bajos.